El microcemento es un producto cuyo resultado final depende de su aplicación, por lo tanto darle un cuidado especial antes y después de la aplicación.
La aplicación de microcemento se realiza en varias fases. Se da por supuesto que se han liberado de muebles u objetos y se han limpiado los espacios donde se aplicará el microcemento. Para conseguir una aplicación duradera se debe revisar la resistencia de las superficies y dejarlas bien sólidas. Una vez realizada esta fase consideraremos que empieza el trabajo de aplicación.
Es conveniente dar siempre una imprimación cualquiera que sea el tipo de soporte (poroso o no) para mejorar la trabajabilidad y la adherencia del producto. En suelos es recomendable la utilización de malla de fibra de vidrio para evitar las tensiones (dilataciones y contracciones) de los suelos inferiores. Junto con la malla se aplica el microcemento grueso (mas duro y resistente) con el que se rellena pequeñas fisuras y juntas de los soportes anteriores. Una vez finalizada esta fase se procederá a aplicar 3 o 4 capas de microcemento fino, cada una de las cuales será lijada una vez haya secado. Finalmente se realiza el sellado del microcemento con los barnices y selladores adecuados.
El mantenimiento del microcemento es importante y muy sencillo. Para limpiar las superficies sólo se necesita un paño húmedo. Se recomienda el uso de protecciones en el mobiliario para evitar punzar o rayar el suelo.
Para proteger y dar brillo al microcemento se recomienda el uso de ceras del mismo modo que en un parquet o un terrazo.